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Goiko Llobet, entrevista al cofundador de GrowPro Experience. Todo a la vez en todas partes
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Goiko Llobet, entrevista al cofundador de GrowPro Experience. Todo a la vez en todas partes

Gabriel Belandria
Gabriel Belandria

El valenciano Goiko Llobet cofundó GrowPro Experience en Melbourne, Australia, en 2013. Fue por puro imperativo, el de cubrir las necesidades de quienes cambian de país, y por consiguiente de vida, para estudiar o trabajar. Había experimentado en su propia piel la incertidumbre del proceso, la soledad de la llegada, lo complicado de la integración en un lugar lejano y ajeno, y se propuso ayudar a los que emprendieran su misma aventura tras él.

Diez años después, GrowPro se mantiene como empresa líder en experiencias educativas en el extranjero, con apoyo y asistencia de estudiantes en destino, en países como EEUU, Canadá, Irlanda, Malta, Nueva Zelanda y, por supuesto, Australia, donde sigue residiendo nuestro protagonista. Ya son más de 20.000 los growers que han podido disfrutar de la experiencia, así que nos propusimos conocer un poco más de cerca la mente inquieta de quien ayudó a levantar tan estimulante propuesta.

Tras las conversaciones previas vía email, ya teníamos asimilado que la entrevista se daría a horas intempestivas, dada la abismal diferencia horaria entre dos países que se encuentran en las antípodas. Afortunadamente, una reciente visita de Goiko a España facilitó las cosas.

Goiko Llobet, Toma Uno: todo a la vez

Goiko Llobet

Goiko, cofundador de GrowPro Experience, aparece en pantalla, vía online, desde la casa de sus padres. Son las doce de la mañana, y en el lugar ya se aprecia tras él el trajín habitual de cara a preparar la comida del mediodía.

Nuestro Phileas Fogg particular había llegado a España el día antes tras un viaje de 10 horas desde Australia a México, pérdidas de aviones y maletas mediante; después un vuelo a Madrid, el Ave a Valencia y, de ahí, coche hasta la residencia familiar. Nos cuenta que se metió por fin en la cama a las 12 y media de la noche, pero que ya estaba en pie a las siete de la mañana. Lo primero que le pregunto, claro, es cómo lleva el jetlag. ¿Qué jetlag?, me responde quien lleva el viaje intercontinental metido en la sangre. ¿Qué mañana tengo que salir de nuevo para Australia? No se me hace un mundo. Maletita y adelante.

Ya con esa primera impresión, sé que va a resultar una entrevista un tanto particular. Y se corrobora con la respuesta a mi segunda cuestión. La dirijo a su percepción de la empresa, porque creo que ya habrá tiempo, poco a poco, de profundizar en el nombre propio tras la marca.

Si GrowPro fuera una persona, ¿cómo la describirías?

Goiko: Para mí Growpro es la persona que siempre piensa en hacer cosas nuevas, que siempre toma el paso de liderazgo, de ¡vamos a hacer esto! Es la persona curiosa y aventurera, que no tiene miedo a lo desconocido. La que siempre que ve que hay un plan diferente dice, ¡me sumo! Es la persona abierta a la que le gusta conocer gente nueva, y que las junta para que algo ocurra. Se aburre si no hace cosas diferentes, siempre tiene que estar haciendo algo nuevo. Es una persona exigente, que se cuida. Y obviamente, es una persona a la que le encanta viajar.

Claro, ante esa respuesta segura y contundente, le consulto si es posible que, a la hora de definir GrowPro, se haya descrito a sí mismo.

¿Es entonces GrowPro como una extensión o proyección de Goiko Llobet?

Mientras formulo la pregunta en voz alta, pienso para mí: adiós a la planificación de profundizar poco a poco en la persona. Entonces Goiko, sin pestañear, completa el cuadro que ha empezado a esbozarse, y yo empiezo a comprender, porque GrowPro es el reflejo perfecto, pero al hablar de él en primera persona, ahí sí se permite introducir fallas.

G: Diría que soy intenso, hiperactivo, muy sin patria, que siempre estoy aquí, allí, arriba y abajo, en un sitio y en otro. Que soy una persona difícil de controlar, que no tiene sus rutinas diarias. ¡Soy el antirutinas, de hecho! -Muestra las llaves del coche- dejo las cosas siempre en diferentes lugares por eso precisamente. Soy obsesivo en algunas cosas cuando algo me interesa mucho. Cuando no me interesa, lo aparto rápido de mí. No puedo hacer tareas que no me diviertan, tareas que me aburran o tareas que no me motiven. Soy una persona bastante emocional, para lo bueno y para lo malo.

Y si uno de tus mejores amigos tuviera que definirte ¿qué crees que diría? ¿Coincidiría con tu propia percepción?

G: No dirán que soy el mejor amigo de sus amigos, porque no lo soy, la verdad. No soy el mejor amigo que puedes tener porque están repartidos por ahí por el mundo y no soy de los que llama para ver cómo están. Ese no soy yo. Soy independiente, pero también una persona justa. También muy binaria, confío de cero a uno, cuando pierdo la confianza me cuesta mucho volver a recuperarla.

Goiko lo dejó todo en España, junto a su amigo Pablo Gil, para buscarse la vida en Australia. De las dificultades que tuvieron que superar surgió GrowPro. Fundada con tan solo 500 euros, a día de hoy se revela como una idea brillante que factura millones. El objetivo primordial consistía en allanar el camino para los que llegaran después que ellos, y crear una comunidad en destino en la que todo el mundo se sintiera seguro y apoyado. La empresa asiste en estos momentos, una década después, a más de 2000 estudiantes que se encuentran en seis países distintos. Así que…

Toca preguntar sobre el aprendizaje que deja a los growers una experiencia de este tipo, si coincide con la visión que tenías originalmente.

G: Lo primero es el principio de superación. Tú vas a un país que no es el tuyo, llegas nuevo, con un idioma diferente, tienes que encontrar amigos, buscar casa, trabajo. Te abre mucho la mente, se acaban los prejuicios, porque empiezas a conocer a japoneses, chinos, franceses… y te caen todos genial. Entiendes que somos todos diferentes, pero también compatibles.

Yo, de verdad, creo que desde GrowPro hacemos un bien para la humanidad (y que no suene esto muy idealista, porque además no soy un idealista), en cuanto que la gente que viaja a otro país se supera, aprende a sobrepasar dificultades, porque al final no dejas de dar un giro de 180 grados a tu vida, y buscas cosas nuevas, lo has dejado con tu pareja, te han echado del trabajo, te has cansado… Lo que sea. Y has viajado con nosotros, o sin nosotros, porque la realidad es que viajar es viajar, y te abre la mente.

Entiendes que somos todos diferentes, pero también compatibles.

Parece entonces que has conseguido los propósitos que te proponías.

G: Lo que queríamos hacer con GrowPro lo conseguimos el día 1. Y te quiero decir que sí porque la parte de la comunidad… Estaba yo encargado de toda esa parte. No porque estuviese yo, sino por el peso que le dimos desde el principio a la comunidad y al concepto de experiencia. Fue esencial que uno de los fundadores de GrowPro estuviera a tope en eso.

Creo que en Australia cambiamos la industria de la educación. Punto. La cambiamos. Y esto no es una opinión, es un hecho. Llegamos allí y las empresas estaban acomodadas, no hacían eventos, no hacían nada, no hacían comunidad… De repente, llegamos nosotros y lo pusimos todo patas arriba. ¿Qué pasó? Que hubo un efecto mimetizador, ¡Hay que hacer lo que hace GrowPro! y todos quisieron copiarnos. Por eso hemos sido líderes en cuanto a lo que hacemos, porque hemos marcado el camino que otros han seguido después.

En Australia cambiamos la industria de la educación.

Entrevistador: Digamos que vuestra irrupción obligó a los demás a ponerse las pilas, a trabajar aspectos que ni habían contemplado porque estaban cómodos con su modelo de negocio y su forma de hacer las cosas. Ver llegar el dinero, a la gente, y ya está.

G: Así es. Y ahí es verdad que el crecimiento que hemos seguido, de forma orgánica, ha sido 100% por dar un buen servicio a nuestros clientes. Tus mejores comerciales son tus estudiantes. Son los que nos recomiendan.

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Goiko Llobet, Toma Dos: en todas partes

Goiko Llobet

Llegados a este punto, el Goiko perfectamente peinado ya tiene el pelo hecho un revoltijo. No se está quieto, reforzando entusiasmado lo que comenta con cada gesto de su cuerpo. De vez en cuando tartamudea, y casi puedo ver en su cabeza las palabras amontonadas, empujándose unas a otras por querer salir. Su mente funciona rápido, muy rápido, y su claridad de ideas parece, por momentos, que se cimienta sobre la marcha, pero a la vez asentada en unos fuertes pilares deseosos de comunicar. Es un regalo para un entrevistador, así que, no dejo pasar la oportunidad.

¿Cómo reaccionas ante los errores?

G: Me cuesta cero reconocer mis errores. Yo tengo clarísimo lo que hago mal. Sé que soy una persona que cuando pierde el foco está fuera, cuando algo le parece tedioso le cuesta mucho hacerlo. Soy un tío muy intenso, que cuando me focalizo en algo dejo todo a los lados, y tengo clarísimo cuándo fallo y no me cuesta nada, pero nada, reconocer mis errores. Es muy natural en mí y creo que también es positivo.

¿Y a qué tienes miedo? ¿Cómo lo afrontas?

G: Tengo miedo al fracaso, en el sentido en el que quiero hacer algo que tenga un reconocimiento, que triunfe y que sea grande. Pero no soy una persona con muchos miedos. Sobre todo, después de lo que hemos vivido. Imagínate, en 2019 estar en lo más alto. De repente llega el Covid y estamos aquí abajo -Hace un gesto con su mano-, y abajo, y abajo, sin remontar. Y poco a poco subiendo. Todo ese tramo, en el que estábamos fatal, a punto de quebrar…

Luego hubo otro momento en el que peleábamos por un capital y nos estábamos quedando sin fondos a pasos agigantados, de ver que quedaban tres meses de vida a la compañía. Me tuve que arremangar y meterme en el departamento de ventas a full, que eso sí que fue una locura, currando 80 horas a la semana, 2AM reuniones en Australia, cambiar la estructura de la compañía, traer gente nueva, fue loco, loco. Y resulta también mi mayor satisfacción. Esto fue hace un año, y todos los cambios que hicimos están teniendo su efecto ahora, con meses de rendimiento espectacular. Hay quien se acerca y dice: ¡Waoh! ¿Qué habéis hecho este mes? Y respondo: ¿Cómo que este mes? Llevamos un año cuidando al paciente, lleva un año entero yendo al gimnasio. Este mes ha sido el campeonato de halterofilia, antes levantaba 25 kilos y ahora levanta 100. Así que no, no soy una persona con muchos miedos. Después de cosas así, no tengo miedo a la incertidumbre o a lo desconocido.

A veces, el miedo impide arriesgarse. ¿Qué le dirías a las personas que quieren estudiar en el extranjero, pero que no se animan precisamente por ese miedo inevitable? ¿Qué fue lo que te ayudó a ti afrontar los miedos y las inseguridades? ¿Qué fue lo que te animó a decidirte?

G: Yo siempre hago lo mismo, pongo una balanza. Qué vas a ganar y qué vas a perder. Te vas a la otra punta del planeta a vivir una experiencia. Qué es lo peor que puede pasar, ¿que tengas que conseguir dinero para volverte? En el otro lado es que encuentres un trabajo, una vida nueva, conocer a gente nueva, que viajes, que conozcas, que abras tu mente… La balanza habla por sí sola.

Y a veces tenemos miedo a lo desconocido porque idealizamos de forma negativa lo que nos vamos a encontrar en el destino. Pero luego, cuando llegas, nunca nada es tan bueno como parece, pero tampoco tan malo. Entonces yo siempre digo, somos jóvenes, se vive solo una vez y, ante la duda, en GrowPro siempre es un Sí.

Cuando hablas de growprorizar el planeta, ¿a qué te refieres? ¿Se limita a proporcionar viajes de estudio en más y más países, o es una filosofía de vida que buscas transmitir?

G: Sí, 100%. Para mí growprorizar el planeta, hoy, tiene que ver con los estudios, pero mi idea es que GrowPro sea esa plataforma para que quien quiera vivir una experiencia de media o larga estancia piense en nosotros. Primero fueron estudios, pero luego también estamos con Aupair, luego será work and travel, o sea, que quiero que tengamos diferentes formas en las que la gente pueda migrar, y yo lo que quiero es ayudar a la gente a migrar para esos viajes que no son “me voy una semana al Caribe y vuelvo”. Quiero diferenciarnos, ser esa plataforma integral y digital en la que les ayudamos en todo lo que necesitan: proceso de visado, comunidad, vuelos, alojamiento, seguro médico, experiencias, viajes de corta estancia dentro del destino…

Nueva llamada a la acción

¿Qué consideras que te falta hacer en la vida?

G: ¡Me hace falta mucho por hacer en la vida! Llevamos un 3 sobre 10 de los pasos que hemos dado. Nos queda muchísimo por hacer, países por conquistar, orígenes, destinos, productos… Para mí, esto no ha hecho más que empezar. Los próximos cinco o seis años van a ser claves. Yo espero poder decirte en 6 años: lo hemos conseguido.

¿Piensas que has sacrificado algo por GrowPro, algo que pienses que ya no puedes recuperar? ¿Ha valido la pena?

G: Lo he sacrificado todo. ¿He renunciado a cosas? He renunciado a parejas, al día a día con mis amigos, a, por ahora, tener una familia. He dicho que no a tener una estabilidad como el resto de los mortales… ¿Para mí ha merecido la pena? Sí. ¿Lo volvería a hacer? Sí.

Podríamos decir que ya has respondido a mi última pregunta. Si pudieras retroceder en el tiempo, ¿harías algo diferente, o seguirías el mismo camino?

¿Haría cosas diferentes, con la empresa? Por supuesto que cambiaría cosas. Vistas a toro pasado, las haría bien desde el primer momento. Si yo, en 2013, cuando fundamos GrowPro, tengo la experiencia acumulada que tengo ahora mismo, hoy GrowPro sería el triple de grande. 100% seguro. Pero no me fustigo, porque cuando cometemos errores, yo veo aprendizaje.

Cuando cometemos errores, yo veo aprendizaje.

Comunidad GrowPro

Agradezco a Goiko su atención y le dejo para que disfrute de los suyos en la comida familiar, que casi puedo oler desde la otra punta del país. Su rostro jovial y frenético desaparece de la pantalla. Y es como si el presente pisara el freno. Si, como se suele decir, el mundo es un pañuelo, es por personas como él, que lo hacen más amigable, cercano, asumible, y nos lo ponen al alcance de la mano. Y es de agradecer.

En unos días aterrizará en Malta, uno de los destinos de GrowPro, ya por viaje de negocios, y tras ello, tal vez Australia, saltando de nuevo a la otra punta del mundo. O quién sabe, no hay límites ni fronteras para los growers, y él porta el honor de haber sido el primero. Celebro la experiencia de los 20.000 que llegaron después de él pero, sobre todo, la de los siguientes 20.000 que están por emprender, también como él, como ellos, la aventura de sus vidas.

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Sobre el autor

Gabriel Belandria
Gabriel Belandria

Gabriel es un creador de contenidos con expertise en la comunicación escrita y en estudiar en el extranjero. Se ha especializado en artículos sobre cómo vivir, trabajar y estudiar en Australia, en Canadá y en Nueva Zelanda. En su tiempo libre, ve películas y series, pero no le gustan las que tienen capítulos demasiado largos.

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