Ya está. Te quedaste delante de la pantalla, con los nervios a flor de piel, observando el temido mensaje que te confirmaba que se habían acabado las visas Working Holiday para Nueva Zelanda. Una vez más fue cuestión de tiempo, quizás de segundos…
Ahora quizás te preguntes qué hiciste mal, cómo podrías haber optimizado más el tiempo. Pero lo cierto es que aunque hubieras practicado el formulario, tuvieras buena conexión a Internet y te hubieras leído todos los foros de la red sobre el tema, éramos probablemente miles intentándolo y solo unas pocas plazas.
¿Es injusto el sistema para conseguir la Working Holiday Nueva Zelanda?
Después de no conseguirla (y antes también) muchos nos hacemos esta pregunta. ¿Cómo puede ser que algo que puede cambiar tu vida como lo es la oportunidad de vivir una experiencia en Nueva Zelanda dependa de factores tan técnicos como la conexión a Internet o la velocidad de respuesta?
¿Por qué nos hacen pasar tantos nervios delante de la pantalla? ¿No hay un sistema mejor y más justo? En el caso por ejemplo de la Working Holiday Canadá, el proceso es diferente: cuando se abre la convocatoria, todos los candidatos tienen tiempo de rellenar con calma la solicitud. Una vez introducidos sus datos, entran en una “pool” o lista de candidatos y la asignación de las visas se realiza por sorteo. ¿Mucho más justo y sano no?
5 cosas que puedes hacer si no conseguiste la Working Holiday Nueva Zelanda
Llegados a este punto, seguramente necesitarás pasar un mini proceso de duelo: aceptar que no ha podido ser y tomar perspectiva. Lo intentaste, lo hiciste lo mejor que pudiste. ¿Y ahora qué?
Pues ahora tienes varias opciones:
1. Seguir actualizando la página por si se liberan plazas
Cuando ves la maldita pantalla, piensas que todo se ha acabado. No obstante mucha gente sigue refrescando pasados unos minutos y consigue pagar finalmente.
También puedes seguirlo intentando durante días o semanas porque no todo el mundo que consiguió la visa la va a disfrutar finalmente y eso quiere decir que se van liberando algunas plazas.
Es cuestión de seguir entrando con tu usuario a la página de inmigración e ir comprobando si te deja entrar en el sistema para completar tu solicitud.
2. Intentarlo el año que viene
Sabes que eso siempre es una opción a menos que este año ya hayas cumplido los 30. Esperar un año suena a mucho tiempo pero es tiempo que puedes dedicar a ahorrar o va valorar otras opciones. Es una puerta que siempre está abierta. Ahora ya conoces el proceso y es cuestión de volverlo a probar.
En la web oficial siempre podrás saber el día y la hora de la siguiente convocatoria.
3. Intentar irte a Australia o a Canadá
Quizás Nueva Zelanda no sea tu única carta sobre la mesa. El mundo es grande y hay otras oportunidades a tu alcance. Si lo que quieres es irte lejos, a un país de habla inglesa y con mucha naturaleza, por qué no probar con Australia o Canadá?
Ambos países tienen visado de trabajo parecidos al de Nueva Zelanda, es cuestión de informarse bien y probar suerte.
En el caso de Australia, tienes la Work and Holiday Visa Australia (consulta si está disponible para tu país). Te permite trabajar durante un año en el país de los canguros con posibilidad a ampliar la estancia un año más si trabajas en los territorios del norte. Si te decides por esta opción, prepárala con mucho tiempo, porque hay muchos requisitos y papeleos que tienes que enviar por correo postal.
Si la consigues, tenemos una experiencia ideal para ayudarte a conocer este país impresionante que seguramente conquistará tu corazón desde el primer momento.
En el caso de Canadá, tienes la opción de la Working Holiday Visa Canadá (consulta si está disponible para tu país). El sistema en este caso es por sorteo, por lo que no hay un día y una hora concreta en que lo tengas que pedir sino que realizas tu solicitud y se asignan las plazas progresivamente a lo largo de semanas hasta que se acaba el cupo. Al igual que en el caso de Australia, si la consigues, ¡podemos encargarnos de que vivas la mejor experiencia de tu vida!
4. Irte con visado de estudiante o turista
Si tienes metido entre ceja y ceja que este año te vas a Nueva Zelanda, hay otras opciones de visado. Si lo que quieres es solo visitar el país para un periodo de tiempo inferior a 3 meses, siempre tendrás la opción del visado de turista.
Si por otro lado piensas en periodos más largos en los que puedas estudiar y trabajar, entonces puedes valorar marcharte con un visado de estudiante. Este visado lo puedes solicitar siempre que quieras, sin límite de tiempo ni de edad. Te permitirá estar en el país mientras dure tu curso + las vacaciones correspondientes. Los cursos pueden ser bien cursos de inglés o bien cursos de certificados, parecidos a los cursos VET de Australia.
Durante este tiempo tendrás permiso para trabajar 20 horas semanales en periodos de clases y a tiempo completo en vacaciones. Si te interesa esta opción aquí te explicamos el proceso para ir a estudiar y trabajar a Nueva Zelanda. No dudes en contactarnos si deseas que te informemos de forma personalizada.
5. Rendirte
Esto es la última de las opciones y la que nunca te vamos a recomendar. Los sueños, cuando más grandes, más pueden costar de conseguir pero ya sabes, caer está permitido, levantarse es obligatorio.
Este visado es solo una de las múltiples puertas que llevan a tu futuro. Si esta vez esta no se abre, busca nuevas ventanas pero no dejes de avanzar hacia aquello que te ilusiona en la vida.
¡Muchos ánimos para futuras aventuras!
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