Descubre la apasionante historia de Dublín
Descubre la apasionante historia de Dublín
La capital irlandesa es conocida en todo el mundo por su arquitectura, por ser la sede de la fábrica de cerveza Guinness y, por supuesto, por su historia. Si te apasiona el origen de las ciudades y su cultura, ¡este artículo es para ti! Sigue leyendo y conoce la historia de Dublín.
Con el paso de los años, la capital de Irlanda se ha convertido en uno de los destinos favoritos entre los estudiantes extranjeros. Vivir en Dublín es encontrarse con su variedad cultural, sus amplias oportunidades de estudio y sus buenas ofertas de empleo. Todo ello hace de esta ciudad un lugar inolvidable.
¡Acomódate en el sillón y prepara tu bebida favorita! A continuación, haremos un breve repaso por la historia de Dublín, sus lugares históricos y los museos de historia donde podrás aprender mucho más. ¿Todo listo para la aventura? ¡Genial! ¡A leer!
Momentos clave de la historia de Dublín
La historia de la capital irlandesa tiene sus orígenes en el siglo II a.C., cuando la bahía donde se encuentra Dublín era habitada por cazadores y recolectores. Allí, sus habitantes levantaron grandes monumentos de piedra como símbolo de su fundación. Conoce más detalles a continuación.
Fundación: Los Vikingos
Entre los siglos VIII y I aC, los celtas llegaron a la isla, convirtiéndose al cristianismo a partir del 400 dC por obra de San Patricio, patrón de Irlanda. De esta forma, la religión cristiana marcó el devenir de Irlanda hasta hoy.
Ya en el siglo IX, alrededor del año 841, los vikingos llegaron a la bahía y fundaron un área comercial en la orilla sur del río Liffey a la que llamaron Dubh Linn. Mientras tanto, los celtas permanecían en la orilla norte del río, un lugar al que denominaban Baile Átha Cliath.
Años después, en el 1014, el rey irlandés Brian Ború derrotó a los vikingos. De esta forma, tomó control sobre el territorio hasta que a partir del siglo XII la ciudad fue controlada por los normandos.
¿Sabías que Dublín celebró su milenio en el año 1988, dando así por oficial la fecha de su fundación?
Los Normandos: El Señorío de Irlanda
A finales del siglo XII, Dermot MacMurrough, un señor feudal de Irlanda, tenía disputas con otros señores feudales por el control de la isla. Por eso, pidió ayuda al rey normando Enrique II, quien envió sus tropas en 1170.
Un año después, Irlanda pasó a ser Señorío de los reyes normandos de Inglaterra. De esta forma, Dublín se convirtió en sede del poder militar y judicial, y comenzó una época de constante crecimiento con la llegada de ingleses, holandeses y gentes de religión judía.
Sin embargo, hacia 1350, los señores feudales irlandeses comenzaron a rebelarse contra la dominación normanda. Por eso, Enrique VIII, que se sublevó contra el Papa, trató de imponer el protestantismo en todos sus territorios, algo a lo que se opusieron los católicos irlandeses.
Fue así cómo, hasta 1534, Enrique VIII aplastó la rebelión y creó reformas para convertir a Irlanda al protestantismo disolviendo los monasterios. Por ello, poco tiempo después los irlandeses perdieron su autonomía.
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El Reino de Irlanda
En 1541 se suprime el Señorío de Irlanda y nace el Reino de Irlanda, que continuó con la política de erradicar el catolicismo. Así, en 1592, fue fundada la primera Universidad de Irlanda: el Trinity College, la cual estaba destinada solo para alumnos protestantes.
Con el paso de los años, los irlandeses continuaron resistiéndose al protestantismo hasta que fueron derrotados en la Batalla de Kinsale en 1601. En este mismo año, se dictó el Acta de Supremacía por la que los altos cargos solo podían ser para ingleses y protestantes.
En 1641, los irlandeses se rebelaron de nuevo. Pero no fue hasta 1690 que Dublín apoyó al católico Jaime II contra el protestante Guillermo de Orange. Tras su derrota los católicos fueron excluidos del Parlamento y se prohibieron todas las manifestaciones de la cultura y religión irlandesas.
En el siglo XVIII, Dublín experimentó un gran crecimiento, en parte gracias a la llegada de los hugonotes perseguidos en Francia. Asimismo, el comercio tuvo un enorme repunte, hasta el punto de convertir a Dublín en la quinta ciudad más grande de Europa.
Irlanda forma parte del Reino Unido
En 1801 Inglaterra abolió al Parlamento Irlandés. Sin embargo, los católicos consiguieron recuperar algunos derechos básicos. De esta forma, tras el Acta de Unión de 1801, la sede del Parlamento se trasladó a Londres, e Irlanda se integró en el Reino Unido.
Entre 1845 y 1849, una plaga destruyó la cosecha de patatas, único alimento de la mayor parte de la población irlandesa, por lo que fallecieron más de un millón de personas por inanición. Este hecho es conocido como la Gran Hambruna.
Durante este periodo, se produjo un éxodo masivo a otros países. Dos millones de irlandeses abandonaron el país y la población de Irlanda se redujo a la tercera parte. Así, hacia 1900, Dublín dejó de ser una de las ciudades más importantes de Europa.
En 1916 las calles de Dublín vivieron una nueva sublevación contra el dominio británico, la cual fue organizada por el Sinn Féin y apoyada por los alemanes. Los ingleses, en la histórica fecha del Lunes de Pascua de 1916, ejecutaron a los cabecillas de la revuelta.
Y así, tras las ejecuciones, el movimiento independentista arraigó y se desarrolló hasta que en 1919 se inició la guerra civil anglo-irlandesa. Esta confrontación destruyó gran parte de Dublín, pero le dio el reconocimiento del Estado Libre de Irlanda.
El Estado Libre de Irlanda
En 1922 se proclamó el Estado Libre de Irlanda. El IRA y el Sinn Fein rechazaron el nuevo estatus por considerarlo insuficiente, por lo que Irlanda del Norte no quiso formar parte del nuevo Estado, razón por la cual, surge la división de las dos Irlanda.
El Estado Libre de Irlanda, dependiente de la Monarquía inglesa, perduró hasta la proclamación de la República. Así, en 1937, se aprobó una nueva constitución que sustituye el Estado Libre Irlandés por un nuevo Estado llamado Irlanda.
¿Sabías que tras la Segunda Guerra Mundial, el 17 de abril de 1949, se proclamó la República de Irlanda?
Dublín: Capital de la República
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1973, Dublín no experimentó grandes cambios. A excepción de la integración de Irlanda en la Unión Europea, una decisión que hizo crecer su economía de un modo imparable.
Prueba de ello, es que en los últimos años grandes empresas, entre ellas, muchas de las grandes tecnológicas, se han instalado en Dublín. La ciudad también se ha convertido en un lugar turístico, y es visitado por miles de extranjeros que buscan ser testigos del espíritu de libertad y juventud que se respira en la ciudad.
Lugares históricos de Dublín
Ahora que conoces los momentos clave de la historia de Dublín, queremos compartirte una lista con esos lugares históricos que, estamos seguros, te encantará conocer. Así podrás acercarte aún más a la cultura irlandesa. ¡Toma nota!
Roca de Cashel
En este grupo de edificios medievales, el rey Aengus de Cashel recibió a San Patricio y aceptó ser convertido al cristianismo. A partir de 1101, Cashel y sus maravillas fueron donados a la iglesia. Desde entonces es uno de los centros religiosos más poderosos del país.
El castillo de Dublín
En pleno centro de la ciudad se encuentra el Castillo de Dublín, que data de la época de las primeras invasiones vikingas a territorio irlandés. Construido en el siglo XIII, esta fortaleza funcionó como prisión, tesorería y tribunal de justicia.
La Cárcel de Kilmainham
Esta prisión ubicada en Dublín se inauguró en 1796 y funcionó hasta 1924. Kilmainham Gaol es hoy una cárcel desocupada que recibe visitantes de todas partes del mundo, lo que la hace una de las más importantes cárceles turísticas de Europa.
El Castillo de Kilkenny
Este castillo fue la sede principal de los condes, marqueses y duques de Ormond. Fue construido en el siglo XII, ya que era propiedad de la poderosa familia Butler. Se encuentra ubicado sobre un inmenso y verde parque, y cuenta con una decoración de la época victoriana.
Museos de historia de Dublín
Si llegaste hasta aquí es porque, de verdad, te apasiona la historia de Dublín. Por eso, a continuación te compartimos una lista de aquellos Museos de Dublín que no puedes dejar de visitar en tu estancia en Irlanda. ¿Papel y lápiz listos? ¡Allá vamos!
Museo Nacional de Arqueología
En este museo conocerás la participación de los vikingos en la historia de Dublín. De hecho, te encontrarás con una colección de orfebrería prehistórica irlandesa de un periodo entre el 2200 a.C. y el 500 a.C., y otras obras arqueológicas de este país de la época prehistórica y medieval.
La entrada al museo Nacional de Arqueología de Dublín es gratuita.
Museo de Historia de Dublín
El museo de Historia y Arte Decorativo de Dublín tiene exposiciones permanentes, como la dedicada a la geología del país y la de la Guerra de Irlanda. Asimismo, cuenta con exposiciones de las monedas irlandesas y una colección de elementos decorativos de plata.
La entrada al museo Nacional de Historia y Arte decorativo de Dublín es gratuita.
Museo de Historia Natural
Construido en 1856, este museo alberga más de dos millones de obras relacionadas con el mundo animal y vegetal. Allí conocerás los esqueletos de las ballenas o el esqueleto de un elefante indio que murió en 1842 en el zoológico de Dublín.
La entrada al museo de Historia Natural es gratuita.
El Pequeño Museo de Dublín
Este museo es una casa tradicional en la que podrás conocer 100 años de historia de la capital de Irlanda. Todo a partir de objetos valiosos y emblemáticos. Además, este es uno de los museos más importantes que se sostiene gracias a las contribuciones de sus ciudadanos.
La entrada a el Pequeño Museo de Dublín tiene un costo de 10 EUR* para los adultos y 8 EUR* para los estudiantes. Los jueves la entrada es gratis.
*Los precios son de referencia y pueden cambiar.
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Sobre el autor
Paula trabaja en redacción y creación de contenidos digitales para GrowPro. Destaca por ser experta en dar tips sobre qué ver, qué hacer y cómo tramitar visados en destinos como Canadá, Australia e Irlanda.
En especial, ama escribir sobre Canadá, un destino multicultural lleno de paisajes de ensueño.
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